La clase empezó con una dinámica divertida que nos ayudó a relajarnos y trabajar mejor en equipo.
La clase empezó con una dinámica divertida que nos ayudó a relajarnos y trabajar mejor en equipo.
Luego, en la parte práctica, aprendimos a controlar dos nuevos componentes: un motor que movía una hélice y una bocina piezoeléctrica. Primero logramos que la hélice girara con el código adecuado, y después, que la bocina emitiera una melodía en lugar de solo vibrar. Me sorprendió cómo pequeños cambios en la programación pueden transformar completamente el comportamiento de un componente.