Durante la primera semana hicimos una actividad creativa donde teníamos que dibujar elementos que nos representaran como personas. Fue una experiencia muy divertida, especialmente porque la compartí con mis amigos. Pudimos expresarnos de manera libre y recordar muchas cosas que nos identifican, lo que hizo que la clase se sintiera cercana y relajada. Esta dinámica también nos ayudó a romper el hielo y empezar el curso con buena energía.